Más que solo Fútbol
- El Diario Del Hincha
- 28 nov 2019
- 4 Min. de lectura
Eran aproximadamente las siete de la noche en la avenida el Golf los Incas, dentro de un bus de transporte publico medio lleno se encontraban dos argentinos, hinchas de River Plate, lucían desorientados y necesitaban ayuda para poder saber si el bus que habían tomado era el indicado para dejarlos en su destino. Buscaban llegar al parque Kennedy sin saber exactamente donde quedaba este lugar, su base fue que les habían pasado la voz de que hinchas de River se reunirían ahí. Casualmente me encontraba en ese mismo bus y me senté al lado de estos dos hinchas los cuales me preguntaron por el parque a lo que respondí que este se encontraba lejos pero el bus si llegaba hasta ahí, a partir de esto me empezaron a pedir ayuda para preguntarme sobre lugares en lima y empezamos a conversar sobre lo que se venía, la final de la copa libertadores, la razón de su viaje como me comentaron, no fue difícil reconocer que hinchaban por River ya que ambos estaban vestidos con la respectiva casaca y polo del club.
Durante la charla comentaron de como lograron llegar hasta Lima desde Argentina, eran oriundos de Buenos Aires, pero no pudieron tomar vuelo desde ahí y la única opción que tenían era tomar un “micro” (un bus interprovincial) hasta Tucumán para desde ahí tomar un vuelo el cual su precio no bajaba de los mil dólares, cabe recalcar que con ese mismo dinero se puede viajar desde lima hasta Europa. “Y eso que tuvimos suerte porque la mayoría se está viniendo por tierra” comentó uno de ellos haciendo referencia a que varias personas tuvieron que optar tener que pasar 3 días de camino en bus para poder llegar a ver el partido o por lo menos acompañar al equipo de sus amores ya que había varios que no podían pagarse una entrada y solo venían para ser parte de la fiesta que se vivirá. Las empresas de líneas aéreas habían subido los precios de los viajes con destino a Lima debido a la alta demanda sumándole esto a la crisis económica que se vive actualmente en Argentina donde el dólar sube cada día más llegando incluso en la actualidad donde un dólar equivale a setenta pesos argentinos, una inflación del 50,5% que hace pensar en cuanto sacrificio es el de los hinchas que hacen hasta lo imposible para poder alentar al equipo por el que viven.
Gracias al trafico de la alborotada Lima nuestra conversación se pudo extender aun más, me comentaron sobre el sacrificio que significaba estar ahí presente no solo por el ámbito monetario por el precio del vuelo, la estadía y la entrada del partido cuyo precio no bajaba de los 80 dólares, también tenían que lidiar con la responsabilidad que tenían encima de que dejaban a su familia por cinco días aproximadamente. Dejaron de ir a trabajar, cambiaron todas sus prioridades a tener solo una, alentar a River.
Ya era momento de bajar del transporte público, me despedí de mis compañeros de viaje con los cuales pude compartir alrededor de 40 minutos de charla, charla la cual me dejo pensando todo el trayecto del paradero a mi casa lo que en verdad significa ser un hincha y todo lo que el futbol puede llegar a transmitir a sus espectadores. Un partido de futbol dura aproximadamente 90 minutos, consta de 2 equipos de 11 jugadores cada uno y aquel equipo que logre anotar más goles gana, en base eso es el futbol, un deporte de equipos donde el que logre impulsar más balones dentro de la red del arco es el que se queda con el triunfo, pero, ¿en que parte entra la hinchada? Este publico que va a los estadios para alentar a todo pulmón al equipo que apoyan a muerte, gritando, coreando y saltando con tal energía y pasión que pareciera que se les paga para que lo hagan cuando en verdad ellos son los que sacrifican dinero que tal vez necesitan para algo más importante, pero para que ellos que va a ser más importante que estar con su equipo en todo momento. Que hay de especial en el futbol para que logre que una persona que vive en un país en plena crisis económica decida gastar una gran cantidad de dinero para estar presente 90 minutos en un estadio, como alguien podría definir la pasión que mueve a los hinchas a ir al estadio, que sentimiento nace de un corazón que vive para ver a su equipo, solo ellos saben la respuesta a todas estas incógnitas que me dejó la charla con estos hinchas argentinos.
Se estima que son 30 mil personas las que están ingresando al país con intención de asistir a la final de la copa libertadores este 23 de noviembre, el estadio monumental tiene una capacidad para cerca de 80 mil espectadores y este evento que recibe es uno de los más grandes de toda su historia, un Flamengo cuyos hinchas están esperanzados de que después de más de 30 años puedan ganar el campeonato más grande de América y un River Plate el cual quiere defender su vigente titulo y poder sumar la estrella numero 5 además de ser bicampeones de la libertadores por primera vez. Pero, en esta final no solamente se pone en juego un título internacional por el club, se pone en juego el tiempo, esfuerzo y dinero de todos los hinchas que esperan todo de sus clubes.
En este partido se encuentra un ejemplo claro de lo que es tener pasión por algo, como es que todas las adversidades se vuelven superables cuando en verdad quieres conseguir algo, como es que las personas se pueden unir sin necesidad de conocerse de antes y juntas apoyar una misma causa. Resulta casi inimaginable la cantidad de personas que dejan muchas cosas atrás solo para poder estar presente, pero cada una de estas personas que vienen de tan lejos son el vivo ejemplo de que esto es más que solo futbol.

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